El hablar en público simplemente no es tarea fácil, tampoco es una actividad exclusiva para políticos y famosos en ruedas de prensa, cualquier persona puede verse en la disposición de tener que presentar un proyecto en una sala de reuniones, dirigir unas palabras en una celebración familiar o como también hacer una propuesta en una reunión en su centro de estudio. Para muchos, de manera independiente de que lo hagan mejor o peor, es una pura representación que no les produce molestia alguna. En cambio a otros, la sola perspectiva les quita el sueño concretamente, además el miedo a hablar en público va unido a síntomas físicos, que no ayudan a salir airoso del aprieto sino que lo complica, teniendo consecuencias que pueden influir de manera negativa en cualquier espacio tanto laboral como social.
Pasos para superar
Primeramente habría que diferenciar entre las personas que tienen fobia y que de manera directa no puede hablar en público, y aquellos a quienes al hacerlo les ocasiona cierta ansiedad y cierto estrés. Así que si no enmiendan quienes tan solo siente ansiedad podrían llegar a sentir fobia.
- El afrontar al problema, si el tener miedo a hablar en público y no lo hace, va a ocasionar cada vez más ansiedad y tensión; reforzándose el temor.
- Ensayar frente a un espejo; considerando la voz, lenguaje corporal, puesto que con ello ayuda a tener una mejor presentación, entonación, gestos adecuados y postura son esenciales, siendo conveniente ensayar bastante para así superar el miedo.
- Prepararse para el discursos, teniendo en cuenta que es lo que va a decir, por lo cual ha de trabajar con anterioridad el tema, elaborar un bosquejo con las ideas principales para así organizarse, considerando al duración, estilo además de aclarar las dudas que pueda tener sobre el contenido a exponer; previamente realizar ejercicios de modulación, respiración y vocalización.
- Aprenda a relajarse; evitando por cualquier medio el comentar que está nervioso, solo ha de respirar profundamente y tomar agua de ser necesario.
- Fije la vista en un punto fijo, además de tomar un lápiz o juntar las manos también suele ser ayuda para canalizar los nervios.
- Vislumbre el escenario en positivo, tanto solo pensar que va a salir bien es casi una garantía de éxito.
- Tener en cuenta las necesidades y expectativas, de lo que se espera del evento, ajustar el contenido de animación o discurso a la edad del público, si son jóvenes o mayores así tendrá el conocimiento de cómo dirigirse a ellos.
Otro punto es que no tiene porqué ser un evento aburrido, ha de ser interesante, atrayente y llamar la atención, de ser apropiado dejar un espacio para la risa para así reducir la tensión y relajar a la audiencia.
